No hay sensación que iguale a la de vestir una prenda de cashmere puro. Estas son las principales razones para invertir en un material auténtico.
El cashmere puede aislar hasta ocho veces más que la lana. Gracias a la finura de sus fibras, atrapa el aire y el calor para ofrecer una protección excepcional contra el frío.
Cada pelo de cashmere tiene un diámetro minúsculo, lo que permite amontonar las fibras con una gran densidad. El tacto sobre la piel es excepcionalmente suave.
El cashmere ofrece altas prestaciones sin ser voluminoso, por lo que los productos que contienen esta fibra suelen ser más ligeros que los confeccionados con lana normal.
Si recibe el cuidado adecuado, un cashmere de buena calidad dura años. La fibra es resistente por naturaleza y conserva su forma incluso tras el lavado. Siga leyendo para descubrir cómo cuidar de su cashmere.